martes, 3 de abril de 2012

CHAIR-

+Chuck, ¿cuándo dejarás de perseguirme?
-Nunca debí abandonarte. Supe que había hecho mal nada más despegar tu avión. He querido distraerme todo el verano para no sentir nada, pero lo siento.
+¿Y?
-Tenía miedo. Miedo de que si pasábamos el verano juntos, lo vieras.
+¿Ver qué?
-A mí. Por favor no me dejes.
+¿Por qué? Dame una razón y soy Chuck Bass no me vale.
-Porque tú no quieres.
+No es suficiente.
-Porque yo no quiero.
+No es suficiente.
-¿Y qué más quieres?
+Dame una razón que me impida subirme a su coche. Dos palabras. Ocho letras. Dilo y me tendrás.
-Te... te qui...
+Gracias. Es lo que necesitaba.

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